Se comporta de manera prepotente y grosera con los vecinos, y no atiende los problemas que se presentan en esta unidad habitacional.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., Vecinos del Fraccionamiento Valle Real, ubicado atrás de la Central de Abasto de esta capital, denunciaron una serie de irregularidades que padecen por parte de la administración del Consejo Nacional de Vivienda Verde y Sustentable (CONVIVES) de esta área habitacional, encabezada por la licenciada Alba Nidia Cortés Borjas, impuesta directamente por los representantes del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit)
Los entrevistados, que pidieron el anonimato por temor a las represalias, dieron a conocer que en el proceso de elección de quienes integran este comité no asistió la mayoría de los vecinos de este fraccionamiento, ya que esta elección se dio recién iniciada la pandemia y que por ese motivo no hubo la asistencia de los que habitan en este fraccionamiento.
En ese momento, se indicó, no se pudo elegir a la totalidad de la directiva del comité de vecinos, porque había poca gente, pero la empresa CONVIVES determinó que la licenciada Alba fuera la administradora de la unidad habitacional, lo cual es una situación irregular, porque debió haberse nombrado primero la directiva, para posteriormente nombrar a la administradora o administrador.
“Aquí hubo mano negra y en ella participó la empresa CONVIVES, porque así cuidan sus intereses y mantener en un puño a todos los vecinos, aunque esto cause molestias por las acciones emprendidas, que están ocasionando división entre los que ahí habitan”, señaló una de los inconformes.
Y el malestar se incrementa, porque la administración ha emprendido acciones de hostigamiento en contra de los vecinos, al grado tal que les impide que en sus viviendas puedan realizar actividades comerciales, como algunos de ellos han pretendido hacerlo para allegarse recursos por la falta de ingresos que les ha ocasionado el periodo de confinamiento por el COVID-19.
Mencionaron que muchas familias que habitan en este fraccionamiento se vieron afectados en sus ingresos por la pandemia y para allegarse recursos pretendieron vender “garnachas, hielitos u otros artículos para solventar sus necesidades”, y de manera grosera y prepotente, la administradora llegó hasta sus domicilios conminándolos a no realizar dichas actividades, utilizando para ello el servicio de vigilancia privada con la que cuentan para impedirlo.
Otra situación irregular que están padeciendo es el robo de agua que algunos malos vecinos realizan, al vaciar los tanques y llenar el de sus domicilios de manera cotidiana. Esto se ha presentado sobre todo en aquellos departamentos en la que sus propietarios por necesidad han tenido que salir de la ciudad y cuando les llega el recibo de agua, éste es alto, a pesar de no haber consumido.
Y a pesar de que se ha pedido a los vigilantes del fraccionamiento su intervención, éstos se han negado a otorgarlo, argumentando que no está dentro de sus funciones, por lo que no se ha podido hacer nada sobre el particular.
Además, se han dado caso de que los vigilantes, ubicados a la entrada principal del fraccionamiento, no permiten el acceso de las pipas de gas a la zona de departamento por indicaciones de la administración a la cual se le tiene que pedir el permiso correspondiente para surtirse”, lo cual es incongruente, porque esto es una necesidad que debe cubrirse cuando se requiere.
Los comentarios están cerrados.