En lo que va de la pandemia han cerrado de manera definitiva más de 180 de 900 de estos negocios, dejando sin empleos y sin ingresos a cientos de familias.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., Propietarios de gimnasios y centros deportivos solicitaron a las autoridades municipales y sanitarias la apertura de sus establecimientos, pues a casi 6 meses de permanecer cerrados, enfrentan serias pérdidas económicas, que en más de 180 de ellos han tenido que cerrar de manera definitiva, al no poder cubrir los salarios a sus instructores, dejándolos sin empleo formal.
Esto lo dio a conocer Enrique Aburto Pérez, presidente de la Liga Xalapeña de Fisicoconstructivismo y Fitness, quien dijo a conocer que “mañana se reunirán con las autoridades municipales (regidores del ramo), así como con funcionarios de la Secretaría de Salud del estado, para darles un recorrido por los negocios y vean de que se trata, con qué espacio contamos y de qué manera se hará el control de las personas que ahí asistan”.
Mencionó que en la capital del estado operan más de 900 gimnasios y centros deportivos y se busca platicar con las autoridades mencionadas a fin de lograr un convenio para la reapertura de estos establecimientos para la práctica de su deporte favorito, que también ayuda a prevenir cualquier enfermedad.
El entrevistado, dijo que se está pidiendo la autorización del protocolo propuesto desde que inició la pandemia, “que ellos lo analicen y si quieren aumentar las medidas preventivas o modificarlas, estamos abiertos a ser una opción para aportar a la sociedad Xalapeña en cuestiones de salud”.
Explicó que parte de las acciones contempladas en dicho protocolo se pedirá a las personas que en cuanto lleguen al gimnasio, lleven ropa deportiva, playeras manga larga, dos toallas grandes, sanitizarse; además de sanitizar los aparatos cada vez que sea desocupados por cada integrante, establecer la sana distancia, tomar la temperatura y hacerles un cuestionario para saber si tuvo tos, temperatura o cualquier síntoma para poderlo canalizar.
Sostuvo que los dueños de dichos negocios tomaron los cursos que ofrece el IMSS y cuentan con su documento, y pueden demostrar que están capacitados para recibir a los clientes y poder identificar cuáles son los síntomas.
Mencionó que la operación de estos gimnasios y centros deportivos, también dependen de ellos otros negocios comerciales, como los que expenden suplementos alimenticios, ropa deportiva, hasta las señoras que venden el pollo, porque llega el atleta a comprar sus pechugas para su alimentación; hay muchas familias que dependen de estos giros.
Respecto a los establecimientos comerciales que expenden bebidas alcohólicas y de los restaurantes a quienes se les permitió levantar la ley seca los fines de semana y el horario para expenderlos, dijo que no están en contra, porque es una forma de reactivar la economía regional, por lo que es urgente que también al rubro deportivo se le considere “para poder trabajar, porque se ha satanizado a este sector”.
“Entre los agremiados hay molestia, porque ha habido lugares en donde se están vendiendo bebidas embriagantes y supuestamente son restaurantes y no es así. No estoy en contra de ellos, que bueno que pueden trabajar y que puedan llevar comida a sus familias, pero también, por qué satanizar nuestro deporte”, concluyó.