Al despenalizar el aborto el Congreso de Oaxaca da licencia para que una madre pueda asesinar al bebé que lleva en su vientre…

Se legaliza la violencia contra los más indefensos, esto no se puede festejar como un triunfo, más bien es una degradación de la persona: Arquidiócesis de Xalapa.

Por Irineo Pérez Melo

Xalapa, Ver., Al aprobar el Congreso de Oaxaca la reforma al Código Penal de ese estado, “se da licencia para que una madre pueda asesinar al bebé que lleva en su vientre, siempre y cuando sea antes de la semana 12” y la consecuencia de dicha reforma es “prácticamente legalizar la violencia contra los más indefensos”.

Lo anterior se desprende del comunicado emitido por la Oficina de Comunicación Social del Arzobispado de Xalapa, en donde se destaca que en este acto criminal e inhumano esto es lo que sucede cuando se practica un aborto: “inyectar al bebé con veneno, cortar su medula espinal, aplastar su cráneo, desgarrar sus extremidades una a una y vender partes de su cuerpo con fines de lucro”.

Esto es violencia pura. Esto no se puede festejar como un triunfo o una conquista, es más bien una degradación de la persona de la que nos deberíamos avergonzar. Realmente lo lamentamos, se añade en el documento signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes.

Se indica que es falso que el aborto sea seguro, lo único seguro es que se asesina a un bebé y se pone en riesgo la vida de la madre. Es falso que sea gratuito pues se paga con los impuestos de los contribuyentes. Es falso que sea una interrupción, pues con el aborto se extermina a un hijo o una hija. No existe el derecho a matar.

En ese tenor, refiere que es obligación del Estado proteger los derechos humanos, en este caso el primero de los derechos, el derecho a la vida, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. No es un tema de mayorías o minorías, ni se pueden invocar falsos derechos para arrebatarle la existencia a un ser humano, mucho menos al más indefenso.

Al referirse a la aprobación hecha por el Congreso del Estado, se menciona que ese cuerpo colegiado pasó por encima de su Constitución, pues el artículo 12, protege la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

A la vista de todos, quienes juraron respetar su constitución son los primeros en violarla. ¡Qué contradicción! No se necesita ser un gran jurista para reconocer que estamos frente a un acto ilegal que no puede proceder. A no ser que se inviertan las cosas, “al mal se le llame bien y al bien se la llame mal”, se añade.

Se menciona que el proceso legislativo estuvo marcado con muchos vicios que se esperaría ya se hubieran superado en esta nueva etapa en la que nos encontramos. Hoy se sabe que hubo amenazas a diputados locales por parte de funcionarios federales e incluso por extranjeros que están operando en este país, se cayó el sistema y lo más grave fue aprobar la reforma del Código Penal, en un sentido contrario a su Constitución.

“Esto es un duro golpe a la sociedad mexicana, sobre todo después de que una semana antes, el día 21 de septiembre, más de 600 mil personas en más de 100 ciudades del territorio mexicano, salieron a las calles para manifestar un rotundo Sí a la vida, y que, en la misma ciudad de Oaxaca, la gente pidiera a sus legisladores la defensa de la vida de los no nacidos”, se afirmó.

Si de verdad se escuchara o representara al pueblo, no se cometerían estas barbaridades. ¿A quién quieren complacer estos mercenarios de la muerte? ¿Realmente escuchan a la sociedad o una vez que alcanzaron un lugar en el Congreso, se vuelven sordos de sus propios electores, venden sus conciencias y siguen línea de grupos que se han empoderado? cuestionó la Arquidiócesis de Xalapa.