Demandan padres se familia del CBTIS 13 la destitución de su directora María Dalia Pérez.

Demandan padres se familia del CBTIS 13 la destitución de su directora María Dalia Pérez
• Pretende manejar las aportaciones que realizan, al exigir 100 mil pesos mensuales para su “caja chica”, sin tenerse ningún proyecto de inversión, acusan.

Integrantes de la Asociación de Padres de Familia del Centro de Bachillerato de Estudios Tecnológicos y de Servicios (CBTIS) Número 13 de esta capital, demandaron la destitución de su directora María Dalia Pérez Ramírez, por diversas irregularidades que ha cometido y por un presunta malversación de las cuotas que aportas los paterfamilias al inicio de cada semestre.
En conferencia de prensa, que fue encabezado por Esteban Pablo Rodríguez Ortega, delegado de la Asociación Estatal de Padres de Familia, señalaron que la antes mencionada exigió a cada padre de familia al inicio del actual semestre la cantidad de $2,000.00 como cuota para inscribir a sus hijos, pero lo grave del asunto es que no hay un proyecto de inversión que justifique el uso y destino de esos recursos.
De acuerdo con el delegado estatal de la citada asociación de padres de familia, en días pasados se tuvo una reunión de trabajo con el director general de Educación Tecnológica en el estado, Evaristo Hernández, en donde se acordaron algunos puntos que al día de hoy no se han cumplido, sobre todo que la citada directora pretende manejar patrimonialmente al aportaciones que hacen los padres se familia al momento de inscribir a sus hijos a ese centro escolar.
Mencionó que ella pretende manejar a su libre albedrío estos recursos aportados por alrededor de 2,500 padres de familia, estimándose un monto de casi 5 millones de pesos, que se desconoce en que se invertirán, al no contar con ningún proyecto de inversión, mucho menos se quiere transparentar el manejo de dichos recursos.
A su vez, la señora Cynthia Gabriela Guevara Rodríguez, tesorera de la asociación de padres de familia del CBTIS 13, denunció que la citada directora la exigió la entrega de cien mil pesos mensuales para su caja chica, que sumarían al año un millón 200 mil pesos.
Es por ello que decidieron hacer pública la denuncia, porque este tipo de imposiciones no debe seguir, ya que de acuerdo a las normas que rigen la vigencia de las asociaciones de padres de familia, “ella no puede manejar las aportaciones hechas por los padres de familia”.
“Ella me llamo a la dirección para hacerme un tipo de imposiciones, que yo no estoy de acuerdo; me pidió 100 mil pesos mensuales para su caja chica, estamos hablando por año de un millón doscientos mil pesos, a lo cuál ella no puede manejar el recurso, los dices las normas, aparte de eso me pidió contratar para las diferentes obras y compras, a sus proveedores, que son integrantes de su familia, al igual la cafetería del plantel educativo la maneja y administra su hija”, añadió.
Mencionó que desde que tomó posesión del cargo de tesorera de la asociación de padres de familia del CBTIS 13, no se ha efectuado el proceso de entrega-recepción de los fondos con qué cuenta la asociación, “siguen manejando el dinero de manera indebida las personas que tiene a su mando, yo no manejo ningún solo pesos y no me toman en cuenta”, añadió.
Ante está situación, los padres de familia exigieron al nuevo director general de Educación Tecnológica e Industrial en el estado de Veracruz, Daniel Ruiz Olmos, tome cartas en el asunto y le solicitaron tener una reunión con él para darle a conocer la situación imperante en este centro de educación media superior.
Urgieron que este asunto no se eche en saco roto, porque otros padres de familia manifiestan su temor por las represalias que pudieran sufrir sus hijos.
A algunos padres se familia les han enviado mensajes vía WhatsApp y a otros les han hablado vía telefónica para amedrentarlos, de ahí que se está solicitando la realización de una asamblea general en dónde estén presentes todos los padres de familia, y no como, de manera inteligente lo hace la directora, en donde se reúne con unos cuantos padres para que así les dé pena o miedo y no alcen la voz, para denunciar las irregularidades que se padecen en la institución escolar.