En los subsistemas de Telesecundaria y Telebachillerato se registra un 30% de alumnos que ya o asisten a clases: Domínguez Polo
El estrés afecta más a maestras, que juegan un triple papel: madre de familia, ama de casa y docente, señala.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., La deserción escolar y el estrés en los alumnos y las y los maestros son los principales problemas que afronta actualmente el sector educativo por el confinamiento que obligo la pandemia del COVID-19, aseguró Ramón Domínguez Polo, secretario general del Sindicato Magisterial Veracruzano.
Entrevistado en sus oficinas, el dirigente magisterial mencionó que a más de un año que las Secretarías de Educación Pública (SEP) y de Educación de Veracruz (SEV) ordenaron la suspensión de clases en todos los planteles escolares del país y, por ende, de la entidad, en el presente ciclo escolar, estos problemas se han agravado.
En el caso de la deserción escolar, consideró que éste oscila en un 30 % de la matrícula y se ha detectado en mayor medida en los subsistemas de telesecundarias y telebachillerato, los cuales, por la ubicación de los planteles, que en su mayoría se encuentran en las zonas rurales marginadas, los alumnos han dejado de asistir a las clases virtuales.
Explicó que muchos de los jóvenes, en algunos casos, al no contar con las herramientas y equipos tecnológicos, y, en otras situaciones, los mismos padres, los obligan a sumarse a las labores del campo para atender los cultivos y ampliar la cobertura de las siembras de los productos básicos.
Comentó que este problema se ha visto con mayor incidencia en las zonas norte de la entidad, como es el caso de la zona de Chicontepec, en la sierra del Totonacapan, Tlalnelhuayocan y en la zona serrana de Zongolica, principalmente; contrario a la zona sur, en donde este problema es menor.
“Los agremiados han reportado que sí tenían 40 ó 50 alumnos, ahora bajó a 25 ó 30 alumnos, porque el papá al llevarlos a sembrar o a cosechar los productos, obtienen un ingreso extra para el sostenimiento de la familia y el alumno, dice que, al no contar con las herramientas digitales para recibir clases, opta por ayudar en estas tareas a sus padres”, añadió.
Por cuanto hace al estrés, dijo que este problema emocional se ha venido incrementando cotidianamente, tanto en los alumnos y con mayor incidencia en los maestros, “principalmente en las maestras por el triple papel que tienen que desarrollar, como es el de ama de casa, madre de familia y profesora”.
“Tienen que planear la clase y estar atentas con los alumnos, tienen que atender a los hijos, tienen que atender a los esposos, tienen que atender las labores del hogar. Nosotros, como varones, la gran mayoría no hace la comida, la mayoría no hace los quehaceres del hogar, sino que lo hacen las maestras, por lo que son ellas las que están más agobiadas con tanto trabajo y son las que claman por regresar a las clases presenciales”, agregó.
El dirigente magisterial consideró que a las maestras el ir a sus centros de trabajo, convivir con sus compañeros y con los alumnos, dar las clases, platicar con ellos, dialogar y socializar, tienen una distracción, lo que no se puede hacer al estar dentro de la casa, en donde nada más se está dando vueltas y planeando qué hacer, se vuelve tedioso para ellas.
Del regreso a clases presenciales, el secretario general del SMV consideró, en primer lugar, que las autoridades educativas tengan un diálogo directo con las 47 organizaciones sindicales, para establecer las estrategias de un regreso a clases seguro.
De manera paralela, llevar a cabo las tareas de sanitización en todos los planteles escolares para prevenir contagios del coronavirus, por lo que se prevé que el regreso a clases presenciales no se daría en el presente ciclo escolar, como lo tienen previsto las autoridades, concluyó.