En el jazz no se puede enseñar, sólo guiar: estudiantes

En el jazz no se puede enseñar, sólo guiar: estudiantes

  • Una de las actividades más representativas del Congreso de Educación en el Jazz fue la mesa redonda “La percepción del estudiante sobre la educación en el jazz”

En el segundo día de actividades del primer Congreso de Educación en el Jazz, organizado por Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana (Jazzuv), se desarrolló la mesa redonda “La percepción del estudiante sobre la educación en el jazz”, en la que participaron siete representantes de instituciones latinoamericanas, tanto estudiantes como egresados, quienes coincidieron en varios puntos, entre ellos: la importancia de la transdisciplina, la multidisciplina, la formación integral y, sobre todo, que en el jazz no se puede enseñar, sólo guiar.

De acuerdo con el coordinador del Jazzuv, Rafael Alcalá Hinojosa, se trató de una de las mesas redondas más importantes del congreso que expuso la perspectiva de estudiantes de siete instituciones latinoamericanas sobre los planes de estudios, así como sus experiencias, con la finalidad de articular los puntos de convergencia y fortalecerlos.

“Es muy importante el diálogo entre ellos y también con quienes están en la audiencia, para escuchar sus perspectivas y generar insumos para todos nosotros”, dijo en la presentación.

La mesa fue moderada por Deyanira Guzmán Moreno, coordinadora de Docencia e Investigación del Área Académica de Artes de la UV. En ella participaron Nain Solana, del Jazzuv; Pedro Márquez, de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia; Augusto Herrera, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas; Atilio Montalvo, de LaFaro Jazz Institute, México; Francisco Alcalá, del Conservatorio de Música de Puerto Rico; Adrián Núñez, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Brandon Hernández Jiménez, de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes.

En la mesa se tocaron varios temas, tal es el caso de los programas educativos flexibles y los rígidos, lo que generó una serie de participaciones de los protagonistas. Atilio Montalvo consideró que “lo más importante, sea un programa flexible o no, es que las universidades te enseñen a pensar, y eso es bien difícil de hacer”.

Asimismo, hablaron de la gestión de una formación integral; la sensibilidad de los profesores hacia los estudiantes, así como las herramientas pedagógicas pertinentes para cada uno de éstos, de acuerdo a sus intereses y necesidades. En opinión de Augusto Herrera, “el docente es un guía, pero no es el responsable único del avance del alumno. Creo que todos, como decentes, no tenemos que enseñarle al alumno qué aprender sino cómo aprender”.

En tanto, Francisco Alcalá planteó la importancia de que las instituciones escuchen a sus estudiantes y estén abiertas y receptivas ante lo que sucede socialmente, más allá de las aulas; para ilustrarlo comentó algunas de las materias que se han implementado en la institución de la que es parte:

“El mundo está en constante cambio gracias a la tecnología, es por eso que en el Conservatorio de Puerto Rico ante las necesidades de los mismos estudiantes se decidió abrir un estudio de grabación y un currículo de técnicas de grabación (como materias selectivas, no obligatorias); también se retomó el tema de cómo verte, porque es bien importante pues el arte se está convirtiendo en algo audiovisual, es una experiencia más completa, por eso decidieron abrir una clase sobre posturas (corporales) y otra más del arte de hablar en público.”

Nain Solana retomó el reciente Foro de Egresados que se desarrolló en el Jazzuv, en el que se llegó a la conclusión, a manera de reforzar el programa de estudios, de que es necesario involucrarse con el área de la gestión: “Enfocarnos en conceptualizar nuestro quehacer para poder vender nuestro producto, pero no sólo desde un aspecto de espectáculo, sino abarcando otros más, como los culturales y sociales, porque la música –al ser un hecho social– le atañan esos tópicos”.

Otro de los temas fue cómo se visualizaban siendo egresados de sus respectivas instituciones. Uno de los estudiantes, Pedro Márquez, destacó la importancia de diversificar las actividades, toda vez que el camino de la música en ocasiones es incierto.

“Ahí es donde viene una herramienta muy importante que siento que deben tener no sólo los músicos, sino cada persona en el siglo XXI: diversificarse. Por ejemplo, en mi caso estoy metido como pianista de jazz, pero también toco música popular; también produzco música y estoy tratando de meterme al business music en Colombia, y tratando de ser management con unos artistas, con esa variedad uno va formando cierta estabilidad económica.”

Adrián Núñez opinó que desde que se ingresa a una escuela se asume un compromiso personal y es necesario decir sí a todo, porque es la única manera que permite experimentar. Para él “está mal esperarnos en la institución por cinco años, como es el caso de Perú, y después empezar a buscar chamba. Eso es erróneo. Uno tiene que comenzar a hacer los contactos desde el primer ciclo en la escuela, tocar con toda la gente que puedas, trabajar con toda la gente que puedas, solamente así los docentes, empresas y productoras te van a echar ojo. Más que nada está en ti, en tu inquietud, a lo que tú quieres llegar”.