Investigadora del Citro-UV publicó en revista internacional Foods
- El artículo lo desarrolló en conjunto con investigadores del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, CIIDIR-Unidad Oaxaca y del IRD-Francia
- Plantean que para las culturas originarias de México el chile no era un condimento alimentario, sino también una medicina para el cuerpo y el alma
Paola Cortés Pérez
Araceli Aguilar Meléndez, investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), publicó en la revista internacional Foods el artículo “Chile (Capsicum spp.) como continuo de alimentos y medicinas en el México multiétnico”.
El texto fue trabajado en conjunto con Marco A. Vásquez Dávila, del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca; Gladys Manzanero Medina, del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Oaxaca, y Esther Katz, del Instituto de Investigación para el Desarrollo, de Francia (IRD, por sus siglas en francés).
En el artículo plantean que para las culturas originarias de México el chile no sólo era considerado y empleado como un condimento para los alimentos, sino también una medicina para el cuerpo y el alma.
El objetivo de la investigación y del escrito es describir y analizar el papel cultural del chile como alimento y como medicina para el cuerpo y el alma en las diferentes culturas de México.
Durante más de 20 años, Araceli Aguilar ha recolectado datos etnobotánicos, enfocándose en territorios indígenas. Los otros autores recuperaron información etnobotánica y etnográfica sobre el género Capsicum, mientras se enfocaban en la etnoecología del chile.
Revisaron diversas recetas y procesos culinarios, artículos de ciencias naturales y de temas relacionados, tesis de ciencias sociales y libros de cocina de la colección del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). En total fueron 77 libros de cocina indígena y populare, así como otros documentos en español.
En el artículo mencionan que los usos medicinales para el cuerpo y el alma son muy restringidos en la actualidad, en comparación con la presencia del chile como alimento, pese a que ha sido utilizado en diferentes espacios culturales y en diferentes épocas para curar todo tipo de enfermedades.
Los padecimientos que identificaron los investigadores, los clasificaron en 12 categorías: enfermedades infecciosas o parasitarias; trastornos mentales, del comportamiento o del neurodesarrollo; enfermedades del sistema nervioso; enfermedades del sistema visual; enfermedades del oído o apófisis mastoides; enfermedades del aparato respiratorio; enfermedades del sistema digestivo, incluidas afecciones de los dientes; enfermedades de la piel; enfermedades del sistema musculoesquelético o del tejido conjuntivo; enfermedades del sistema genitourinario; en el embarazo, el parto y el puerperio ayudan a mitigar el dolor del trabajo; y envenenamiento.
Concluyeron que se necesita más investigación para llenar las lagunas en el conocimiento local e indígena a través de la capacitación a los etnocientíficos locales, con el objetivo de realizar una investigación participativa con un doble propósito: generar conocimiento académico y restituir ese conocimiento a las comunidades donde se conserva la biodiversidad.
El chile y las culturas indígenas
El chile es nativo de las Américas y ahora da sabor a cocinas de todo el mundo. México es considerado el centro de origen y diversidad de Capsicum annuum L., que es el chile domesticado con un uso continuo de variedades silvestres de al menos seis mil años.
De acuerdo con el conocimiento de las diversas culturas del país, los principios de frío y calor gobiernan la alimentación y la salud corporal, es decir, se pueden atribuir diferentes cualidades a los alimentos, por ejemplo el maíz se considera tibio, los frijoles fríos y el chile caliente.
“La comida ‘fría’ no es buena para el cuerpo, una comida debe tender a ser ‘tibia’, sin estar demasiado caliente, excepto en el caso de una enfermedad ‘fría’, es cuando la comida debe calentar el cuerpo.”
Asimismo, se piensa que el alma o espíritu de una persona puede verse afectado por diversos agentes naturales y sobrenaturales, provocando un desequilibrio psicosocial y somático. La persona enferma recurre a la medicina tradicional para recuperar el equilibrio, la salud y el bienestar.
Muchas culturas tradicionales en México usan diversas especies de plantas para curar a las personas del mal de ojo, una de ellas es el chile que se utiliza para prevenir y aliviar este mal.
Debido a su importancia económica y alimentaria, así como por su efectividad para curar, se le han realizado decenas de estudios científicos modernos para reconocer su acción terapéutica e indirectamente han validado los usos ancestrales y tradicionales.
En estos estudios se exploraron la efectividad de las propiedades funcionales que a menudo se atribuyen a los carotenoides, las vitaminas C y E, los alcaloides, los flavonoides y la capsaicina, que apoyan el mantenimiento de la salud y el bienestar.
“Se destaca que los metabolitos secundarios de las frutas picantes han sido manejados, seleccionados y diversificados para su uso como alimento y/o medicina sin interrupción por diferentes culturas de México”, se lee en el artículo.
Este trabajo muestra que las culturas étnicas de México conciben, usan y manejan el chile como un continuo alimento-medicina y posiblemente se pueda explicar porque es una fruta que, al igual que el maíz, tiene un profundo significado simbólico en las culturas mesoamericanas y aridoamericanas. El artículo puede leerse completo en https://www.mdpi.com/2304-8158/10/10/2502/htm.