Celebrarlas en un ambiente familias y evitar concentraciones masivas para no exponerse a contagios innecesarios.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., Ante la cercanía de las celebraciones de Nuestra Señora de Guadalupe, las Posadas y las Festividades de la Navidad y Año Nuevo, la Arquidiócesis de Xalapa invitó a la feligresía “a vivirlas con responsabilidad para que no se conviertan en un peligroso riesgo de contagio (…), y evitando las concentraciones masivas para no exponernos”.
“Ante estas circunstancias estamos invitados a celebrar estas fiestas en un ambiente familiar, de tal manera que este año, hagamos de cada hogar “una casita sagrada” “un lugar donde nadie se siente extraño; un lugar de encuentro, convivencia y cercanía con los seres queridos; un lugar donde se comparten las experiencias de vida” (PGP 154)”, refiere.
En el comunicado de prensa difundido por la Oficina de Comunicación Social, a cargo del presbítero José Manuel Suazo Reyes, destaca que la pandemia del COVID-19 ha golpeado a todos los sectores de la sociedad y de la Iglesia, engrandeciendo las dificultades que ya padecíamos a nivel social en la economía, la salud, la educación, la violencia y la inseguridad, provocando dolor, tristeza, angustia e incertidumbre hacia el futuro.
Lo anterior se desprende de la Circular número 6 emitido por la Arquidiócesis de Xalapa el pasado 1 de diciembre del año en curso y signado por el Arzobispo Hipólito Reyes Larios, en donde se destaca que el coronavirus nos ha sorprendido a todos y ha detenido o cambiado el rumbo de muchas acciones pastorales programadas a nivel nacional, provincial, diocesano, decanal, parroquial y personal.
Nuestra Iglesia Arquidiocesana, refiere, ha enfrentado esta situación acompañando a los feligreses al mantener la celebración de la Eucaristía y promover creativamente diversas actividades para sostener la fe de nuestro pueblo.
“A pesar de la situación de riesgo y sin ser temerarios, en la Arquidiócesis de Xalapa hemos mantenido abiertos los templos y ofrecido muchos servicios pastorales a través de los laicos y laicas, religiosas y religiosos, sacerdotes y obispos en las parroquias y decanatos”.
“Por medio de la Cáritas diocesana y de las Cáritas parroquiales, se ha fomentado la generosidad de muchas personas y se ha manifestado el amor de la Iglesia en ayudas materiales y espirituales a muchos hermanos muy necesitados”.
En él hace un reconocimiento a lo abundantes y valiosos servicios apostólicos y pastorales de nuestros laicos y laicas en el acompañamiento y crecimiento espiritual de las comunidades para mantener viva y activa la vida cristiana de sus miembros,
Y puntualiza “En virtud de la emergencia sanitaria y el peligro de los inminentes repuntes en los contagios de Covid-19, será necesario seguir manteniendo los cuidados que nos recomiendan las autoridades sanitarias en todas nuestras actividades litúrgicas y pastorales.
Señala que los templos seguirán abiertos para que los feligreses tengan la oportunidad de seguir fomentando su encuentro con Dios a través de la oración personal o familiar en estos espacios sagrados.
“Seguiremos transmitiendo la Eucaristía a través de las plataformas digitales para que las personas vulnerables puedan participar desde su hogar. Pero también seguiremos fomentando la participación en las celebraciones litúrgicas de manera presencial con los cuidados adecuados y según la capacidad física de cada templo”.
Ante esta realidad, me parece conveniente seguir tocando las campanas de nuestros templos, resaltar nuestras fiestas patronales y devocionales, así como fomentar las oraciones tradicionales como el Ángelus y el Rosario a través de los altavoces o de otros medios apreciados por la gente de nuestros pueblos, se indica, por último.