Monstruos, mezcla de fascinación, curiosidad e imaginación
- “En la vida no hay cosas por temer, sino cosas por descubrir, lo cual también aplica para la ciencia”: Luis Javier Plata
Paola Cortés Pérez
Luis Javier Plata Rosas, investigador de la Universidad de Guadalajara y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, comentó que los monstruos son producto de la curiosidad, fascinación e imaginación del ser humano, al impartir la conferencia “Ciencia monstruosa. Más horror para experimentar”.
Plata participó en el programa “Tardes de Ciencia”, organizado por la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Veracruzana (UV). Su plática se llevó a cabo la tarde del martes 9 de noviembre a través de la plataforma digital Cisco WebEx y transmitida por Facebook Live en Sábados En La Ciencia.
Explicó que la palabra monstruo en sus orígenes no fue asociada al miedo, al terror o algo que provocará susto, era usada para expresar la fascinación y la sorpresa ante algo –cosa u objeto– nunca antes visto.
“En los siglos XVI-XVII, con los nuevos descubrimientos, un monstruo era una criatura anómala, sorprendente, fascinante, extraordinaria, que no estaba registrada en los libros o por escrito; así que los exploradores las mataban para disecarlas y venderlas entre los coleccionistas, así nació ‘el gabinete o cuarto de las maravillas’, como el de Olaus Wormius, naturalista que estudió las diferentes especies desconocidas para Europa.”
Señaló que estos gabinetes o cuartos de las maravillas se transformaron en lo que ahora conocemos como laboratorios de investigación y/o museos de historia natural, “no dejarán de crearse gracias a la imaginación del ser humano”.
A lo largo de su charla, el investigador habló de los monstruos que más han causado asombro entre el hombre: los zombies, el creado por la escritora Mary Shelley, los duendes y las brujas.
Comentó que un antropólogo decidió realizar una investigación en 58 sociedades sobre qué monstruo producía más terror por el daño que pudiera ocasionarles, la mayoría respondió que las brujas, aquellas mujeres que practicaban la hechicería eran consideradas amenazantes porque podían corromper a las personas, tenían superpoderes y son abominables, por todas estas características eran temidas y odiadas.
Esto derivó en el juicio y muerte de decenas y cientos de mujeres en Salem y muchas partes de Europa por parte de la Santa Inquisición.
“Eran mujeres empoderadas en sociedades patriarcales, mujeres que conocían las propiedades curativas de las plantas, que tenían el conocimiento del parto, temas desconocidos para su época y que ellas sabían, por eso fueron temidas.”
También dedicó unos minutos para hablar de los monstruos de las profundidades oceánicas, como los peces y calamares gigantes, ballenas y cachalotes, sobre de las sirenas y los tritones. Lo cierto es que hay criaturas que aún son desconocidas para el ser humano.
Lo que ahora ocasiona miedo y horror entre las personas, dijo, es algo contra lo que no podemos luchar: el cambio climático o el calentamiento global.
“Los kaijus de la película Pacific Rim de Guillermo del Toro, son una metáfora de los huracanes ocasionados por el cambio climático, pero es más fácil pensar en monstruos que podemos contrarrestar con grandes máquinas robóticas.”
Recientemente, indicó, han surgido monstruos creados digitalmente como los animatronic, el ayuwoki, Slender Man, Momo o las creepypastas, e incluso el juego “Charlie Charlie”, los cuales se han distribuido por las redes sociales causando terror principalmente entre los niños.
De tal manera, expresó, los monstruos son una mezcla de la fascinación, la curiosidad, la imaginación y el miedo por lo desconocido. En la vida no hay cosas por temer sino cosas por descubrir, lo cual también aplica para la ciencia.
“Los monstruos no dejarán de existir, porque la curiosidad y la imaginación del ser humano es inagotable y puede inspirarse en muchas cosas, así que seguirán creándose.”
El académico concluyo su charla con una frase de Pierre Laszlo, químico y divulgador científico: “La ciencia occidental se distingue por su sentido de lo maravilloso. Los monstruos son y seguirán siendo una parte integral de ella. Maravillarse de los monstruos marca la ciencia temprana y lleva a la ciencia moderna”.