Muchos ciudadanos viven sin vivir y sin dignidad, olvidan lo esencial
de la existencia: amar la verdad y el bien: Arquidiócesis de Xalapa
• Nunca desaparece la constante tentación de mentir y engañar a los demás para beneficio personal.
La Arquidiócesis de Xalapa deploró que muchos ciudadanos viven sin vivir y sin dignidad, porque olvidan lo esencial de la existencia: amar la verdad y el bien, para generar el desarrollo integral para todos los demás, ya que nunca desaparece la contante tentación de mentir y engañar a los demás para beneficio personal.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, refiere que “vivir sin amar la verdad y el bien es un gran obstáculo para hacer el bien y generar el desarrollo integral para todos los demás”.
“Nunca desparece la constante tentación de mentir y engañar a los demás para beneficio personal. Es una tentación presente en la vida de todo ciudadano”, destaca el documento, signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos.
Se señala que e amor a la verdad y al bien es un criterio fundamental que está inscrito en la naturaleza humana. Ninguna persona, sea quien fuere, puede ser el único y universal fundamento de la verdad y del buen actuar.
Se menciona que las decisiones y las acciones basadas en la verdad y en el bien nos tienen que ayudar para asumir y realizar todo aquello que más nos haga buscar la justicia, la paz y la solidaridad hasta crecer como personas solidarias y mantener en alto nuestra dignidad humana.
“Aceptar un proyecto sin estos ingredientes es volver a la misma pobreza humana que tantos dividendos da a quien sólo busca su propio interés. El amor a la Verdad y al Bien se demuestra con proyectos y acciones que beneficien a todos sin excluir a nadie”, se indica
Se menciona que toda propuesta para buscar el desarrollo integral de México y Veracruz será verdadera y realizable, si se basa en el amor a la Verdad y al Bien que llevan a todo ciudadano a beneficiar a todas las personas, incluyendo a los más de 60 millones de pobres de nuestro México.
Se recuerda lo señalado por Joseph Ratzinger quien evidenció el peligro constante de personas que desean presentarse como los modelos de la verdad y del buen actuar: «Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias».