El amparo de la Corte, otro intento de grupos abortistas para imponer la muerte de los concebidos hasta las 12 semanas de gestación: Arzobispado de Xalapa.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., La atracción del amparo de los grupos antivida por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es otro intento de los grupos abortistas para imponer la muerte de los concebidos hasta las 12 semanas de gestación, afirmó la Arquidiócesis de Xalapa.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, consideró que “no hubo omisión legislativa” por parte de la Sexagésima Cuarta Legislatura del Congreso del Estado por no modificar algunos artículos del Código Penal.
“Lo que sucedió fue lo siguiente, la Comisión de Justicia y Puntos Constitucionales, habiendo hecho el análisis jurídico correspondiente, dictaminó negativamente la Iniciativa que en ese entonces había presentado la diputada Tanía Carola Viveros porque era inconstitucional”.
“La inconstitucionalidad radicaba en lo siguiente: no se podía modificar el Código Penal de Veracruz porque la Constitución de Veracruz, en su Artículo 4 protege la vida desde la concepción hasta su desenlace natural. Es decir, la Constitución Política de Veracruz contempla jurídicamente “el paso de la vida albergada en el seno materno a la vida albergada en la sociedad”. Por lo tanto, el Estado de Veracruz respeta la vida humana”, se añade.
Se indica que una vez dictaminada la iniciativa, se subió a la votación del pleno y fue notablemente desechada, porque la mayoría de los diputados la voto en contra. Quienes la habían presentado, conocedores de sus inconsistencias, ni siquiera dieron la cara o defendieron sus posicionamientos, simplemente se salieron del auditorio.
Se recuerda que dicha reforma la estaba promoviendo e impulsando la Conavim, que es un órgano administrativo que depende de la SEGOB a nivel federal. Esta reforma se disfrazó a través de la iniciativa mencionada. La Conavim se estaba excediendo en sus funciones, quería dictarle al Congreso de Veracruz la forma de legislar.
Y fue más allá al considerar que la Conavim pretendía un fraude constitucional violando el debido proceso legislativo; puesto que la Conavim no es congresista local o federal ni presidente ni gobernador para promover alguna iniciativa de ley.
En el documento signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, señala que los grupos abortistas “en esta ocasión valiéndose de la Corte pretenden imponer la cultura de la muerte en Veracruz”, por lo que corresponde a la LXV Legislatura hacer una defensa jurídica para que se respete su autonomía y se haga valer la voluntad de los veracruzanos de respetar la vida desde su fecundación hasta la muerte natural.
Recordó que lo que sucedió en Veracruz fue, el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular y la reforma del Artículo 4 de la Constitución no fue promovida por ningún partido político, ni por algún legislador ni por el gobernante de entonces, sino por la sociedad organizada. Fue la Asociación Civil, SÍ VIDA quien luego de un largo proceso y con el apoyo de miles de ciudadanos la presentó al Congreso acompañada de 28 mil 414 firmas.
“Esperamos por lo tanto que triunfe la verdad y que no haya un manejo político para modificar algunos artículos del Código Penal en estos tiempos en los cuales el Estado de Derecho es el que debe imperar. En Veracruz, no hubo omisión legislativa, sino una decisión firme de acogida por la cultura de la vida y un rechazo de la cultura de la muerte”, refiere.
Decirle Sí a la cultura de la vida es reconocer que la vida humana es uno de los valores fundamentales que tiene una persona; la vida es un bien que debe cuidarse, protegerse y alimentarse. Decir sí a la cultura de la vida significa decir Sí a mejores condiciones de salud, mejor educación, mejores oportunidades, significa cuidar la integridad de sus habitantes y eliminar la violencia, se agrega.
En ese tenor, refiere que en Veracruz toda persona pueda desarrollarse íntegramente en todas las etapas de su vida, desde la niñez hasta la ancianidad e insiste que el aborto provocado es un crimen terrible por donde se quiera ver; es el derramamiento de sangre inocente de seres humanos que no pidieron venir a este mundo; el aborto es un delito porque priva de la vida a un ser humano; es una forma de exterminio de los seres humanos en el vientre de su madre.
“Y si lo analizamos como un jugoso negocio de quienes lo promueven, es todavía más inhumano porque detrás está el lucro y la ambición desmedida. No queremos que se derrame más sangre en Veracruz, se señala por último.