No tiene un poco de tacto político ni de educación, el encargado de la SADER en Veracruz.
Por Antonio Sánchez
Xalapa, Ver. &- Gran malestar causo entre los productores de café, que asistieron a la celebración del “Día Internacional del Café”, que se celebró en el Parque Benito Juárez, de la capital del estado.
Esto debido a que, entre los invitados especiales a dicho evento, uno de ellos era el encargado de la oficina de la secretaria de agricultura y desarrollo rural del gobierno federal (SADER), el tamaulipeco Oscar Fernández, mismo que se retiró previo al inicio del evento.
Así mismo, ni aún representante en su lugar dejo, ni dio una explicación a los presentes, sólo se vio que dialogó con el organizador del evento para luego marcharse, con una actitud de soberbia.
Representantes de medios de comunicación, que pretendieron entrevistarlo, no tuvo la cortesía de detenerse para escuchar y dar respuesta a sus dudas.
Sólo respondió que, “el programa de café ahorita lo van a conocer, se está pagando ya a los productores, no voy a comentar nada, ahorita les comentan cómo está operándose”, dejando en claro su desconocimiento del tema y de algunos otros más, seguramente.
A decir de algunos trabajadores de la dependencia, dicho funcionario federal, actúa de una manera altanera y prepotente en las instalaciones de la otrora delegación federal, quien a removido y bajado del cargo a subdelegados, algunos que conocen bien el trabajo de la dependencia.
De lo que ya se tiene conocimiento es de lo que fuera la delegación federal de la SAGARPA, no tiene rumbo fijo y, ya se está convirtiendo en un elefante blanco, gracias a funcionarios federales que llegaron con la transformación de cuarta.
No dudamos que, con el actual encargado de la Oficina de la SADER en Veracruz, pueda ocurrir lo que paso con el ex delegado de la Sagarpa en Veracruz, Marco Antonio Torres Hernández, quien, en su momento, sostuvo una reunión con campesinos sobre la problemática en las plantaciones de café y tras una discusión abandonó el lugar, hecho que le costó el cargo, por actuar de una manera prepotente.