Ejidatarios de Morelos toman oficinas de Conagua en Xalapa, protestan por construcción de Termoeléctrica de Huexca…

 Son afectados más de 100 mil habitantes de esa región y de manera directa a 6 mil productores de básicos. 

Por Irineo Pérez Melo

Xalapa, Ver., Representantes de pueblos, ejidos y organizaciones de la zona de Huexca, Asurco del estado de Morelos y de otras entidades del país tomaron las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para exigir la suspensión de la construcción de la Termoeléctrica en Huexca, la cual aún no inicia operaciones y ya está afectando a más de cien mil habitantes de esa región, por el desvío del caudal del Río Cuautla.

Los representantes campesinos exigieron ser atendidos por Blanca Jiménez Cisneros, titular del Organismo Operador del Agua en el país, para que dé solución a este problema que se agudizó a partir del 2018, cuando fue desviado el caudal con la construcción de un Acueducto para darlo a la Termoeléctrica, sin mediar concesión alguna para ello.

Al grito de “agua sí, termo no”, los productores dijeron que se vieron en la necesidad de acudir hasta acá, porque con la descentralización de las oficinas de Conagua, “se supone que aquí despacharía la directora, pero cuál es la sorpresa que ella no está aquí, sigue en la ciudad de México”.

Indicaron que desde marzo pasado que se manifestaron en estas oficinas, entregaron su pliego petitorio y hasta la primera semana de mayo les dieron una respuesta que no les satisfizo, porque lo que se está pidiendo es que se ponga un alto a la privatización de los servicios del agua en los estados de Puebla, Morelos, Veracruz y otras entidades que enfrentan este problema.

Denunciaron que en el caso de los productores de Morelos, están inconformes por la construcción del acueducto colocado en el área natural protegida del Río Cuautla, que es totalmente ilegal, contraviniendo la reglamentación de las normas establecidas y que atenta contra los derechos de los usuarios de ese afluente y contra la población en general por ser una amenaza al desviar el agua de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales “Rociadores de Cuautla” y de los manantiales al margen del mismo río.

Esta medida, indicaron, afecta de manera directa a unos 6 mil productores de básicos, situación que, de no atenderse a tiempo, se corre el riesgo de no estar en condiciones de producir alimentos que consumen en su mayor parte los habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Los productores afectados son de cinco municipios morelenses, afiliados a Asurco, quienes se han manifestado contra la construcción de la termoeléctrica en Huexca, la que calificaron como un proyecto de muerte, pues si el río Cuautla ya tiene muy poca agua, con ésta las tierras que producen los alimentos que consume el centro del país e incluso se exportan, se morirían.

Expresaron que por esta situación ya se están dando conflictos por el agua entre los propios ejidatarios y al quitarles el líquido del río Cuautla los llevarían a la muerte.

Los productores, se sienten defraudados con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quién en campaña electoral estableció el compromiso de dar marcha atrás a este proyecto de generación de energía eléctrica “y de no respetar las decisiones judiciales de nuestro derecho al agua”.

Arriban funcionarios de Conagua Golfo Centro y Balsas; toma de oficinas persiste 

Hasta este sitio arribaron los titulares de la Comisión Nacional del Agua Golfo Centro y de Balsas, Pablo Robles Barajas y José Luis Acosta, respectivamente para atenderlos, pero sin facultades para resolver los planteamientos de los manifestantes, por lo que tocó a la licenciada Liliana Aranda, directora de Asuntos Jurídicos de Conagua Cuenca Balsas, recibir la documentación respectiva.

Los manifestantes dieron a conocer que permanecerán el tiempo necesario para que la titular de Conagua les dé una respuesta puntual a sus demandas plasmadas en el documento, en donde se destaca lo tocante a la construcción y operación del acueducto que alimenta a la termoeléctrica de ciclo combinado, propiedad de la CFE; desvío de las aguas residuales de la planta de tratamiento Los Rociadores de Cuautla, que es un afluente del citado Río, del cual ya les fue dado a conocer a través de un oficio en diciembre de 2014.

Además, los municipios  de Ayala, Atizapan y Tlaltizapan, entre otros, y los 32 ejidos, desde que se conformaron en 1920 poseen la dotación por decreto presidencial y reforzado con una concesión otorgado en 1994 y con una vigencia hasta 20354 con carácter prorrogable, y la asociación que representa a todos estos ejidos fue constituida para administrar y distribuir el agua para uso agrícola, sin facultades para convenir, negociar o enajenar para uso diferente a lo establecido, mucho menos para industrial.

Conagua realizó estudios y notas, solicitados por la Secretaría de Gobernación, que a su vez entregó al Congreso de la Unión, donde se determinó la inoperatividad para ubicar la central termoeléctrica de Huesca en el estado de Morelos, pero a pesar de eso se conoce la ilegalidad de un convenio entre CFE y Conagua, Secretaría de Agricultura del estado de Morelos y una parte de la directiva de la Asociación Civil Eugenio Zapata Salazar en octubre de 2020 y que firmó la titular de Conagua, violando flagrantemente los derechos de los ejidatarios.

Se informó también que cuentan con amparos vigentes de planos que protegen sus derechos en la defensa del agua y además existe un decreto de área natural protegida que está siendo afectada por el acueducto, por lo que demandaron se ordene el retiro de inmediato del acueducto, considerando que la zona afectada es la zona más productiva del estado de Morelos y resarcir el daño ocasionado por dicha obra.

“La termoeléctrica no tiene porqué comenzar a funcionar ni realizar pruebas hasta que no sea resuelto el problema, al tiempo de reafirmar nuestro derecho al agua para seguir produciendo alimentos, ya que es una zona netamente agrícola y despojar del vital líquido es atentar contra nuestra identidad histórica y humana”, dijeron, por último.