Consumo de carne no daña a humanos, ni ha llegado al continente americano: VMO.
Por Irineo Pérez Melo
Ciudad de México., Las autoridades sanitarias y productores mexicanos trabajan para evitar el ingreso de la peste porcina africana al país, lo cual de presentarse impactaría no solo a niveles económicos y comerciales del país, sino también en el aspecto social, con pérdidas estimadas en 128 mil 300 millones de pesos, aseguró Víctor Manuel Ochoa Calderón, director de Granjas Carroll de México (CGM).
Durante su participación en el Foro Peste Porcina Africana, celebrado en la Cámara de Diputados, recordó que el inventario actual de cerdos en México tiene un valor superior a 16 mil millones de pesos, con los que se produce el 60% del consumo nacional de carne de cerdo, equivalente a 1.4 millones de toneladas de carne al año.
A la par, puntualizó que el consumo de carne de cerdo no es dañino para el hombre; que la enfermedad no ha llegado al continente americano y, por supuesto, menos a México, por lo que autoridades federales y el sector porcícola nacional trabajan coordinadamente para prevenir y evitar la entrada de la PPA.
El directivo de GCM expuso que la entrada de la PPA en México podría significar la pérdida de unos 300 mil empleos, equivalentes a ocho mil millones de pesos en sueldos al año; de la misma manera, la industria de los alimentos balanceados y la farmacéutica veterinaria perderían un estimado de 38 mil 281 millones de pesos.
Otras actividades afectadas serían: la agricultura, los servicios de transporte de carta ferroviaria y carretera de granos y subproductos, la industria de la distribución cárnica, como pequeños negocios expendedores, verían sus ingresos reducidos ante la falta de los productos porcinos, añadió.
Además, al representar la carne de cerdo uno de cada tres kilos de la proteína cárnica que se consume en México (19.5 kilos per cápita anuales), la falta de este producto afectaría fuertemente a la alimentación de las familias, en especial la de los niños y jóvenes en etapa de crecimiento y desarrollo. La falta de esta carne elevaría los precios de otras carnes, perjudicando a la economía nacional.
En caso de que se perdiera la totalidad del hato porcino, detalló, tomaría de tres a cinco años reponer los inventarios, esto, en caso de contar con los recursos económicos para hacerlo.
Afirmó que un seguro contra PPA costaría 22 millones de pesos, y solo cubriría 150 millones de pesos del inventario, por lo que la industria estaría imposibilitada para pagarlo; ello llevaría a que, durante ese periodo de recuperación, el país dependiera totalmente de las importaciones de carne de cerdo de Estados Unidos, las cuales estarían sujetas a disponibilidad, ya que el país vecino ya tiene comprometida gran parte de su volumen exportable.
En cuanto al tema de las exportaciones mexicanas a Asia, principalmente, el problema representaría dejar de percibir ingresos superiores a 9 mil 829 millones de pesos, ingresos que llegan actualmente a los estados de Sonora, Yucatán y Jalisco.
Para concluir, advirtió que la PPA, por afectar a la soberanía alimentaria del país, debe considerarse como un tema de seguridad nacional, de hecho, señaló, en el Artículo 27 de la Constitución Política Mexicana en su fracción XX la producción pecuaria es de interés nacional.
En dicho encuentro participaron también Eduardo Ron, diputado presidente de la Comisión de Ganadería, quien manifestó el compromiso de dicha comisión de coadyuvar con el ejecutivo y productores para prevenir la entrada de la PPA a México, así como el diputado Jorge Russo Salido, secretario de las comisiones de Ganadería y de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria; Heriberto Hernández Cárdenas, presidente de la Organización de Porcicultores (ORORPA), la cual abarca a más del 80 por ciento de la producción porcina del país, y Juan Gay Gutiérrez, director general de Sanidad Animal de Senasica.