Aroma plasma a mujeres que buscan a sus familiares
- “Lo que más me importaba era hablar sobre ellas, sobre la maternidad, la violencia que las obligó a maternar de una forma diferente”: Teresa Díaz
- “Desde el punto de vista escénico es una tragedia contemporánea”: Elvira Popova
- “Estamos a dos años de que el libro fue premiado y lastimosamente seguimos hablando de las desapariciones forzadas”: Karina Meneses
Paola Cortés Pérez
Teresa Díaz del Guante, dramaturga, actriz y docente, dijo que en el libro Aroma quería hablar y plasmar a las mujeres que tienen hijos desaparecidos, la maternidad y la violencia que las obligó a maternar de una forma diferente.
Lo anterior, al presentar el libro editado por la Universidad Veracruzana (UV) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el cual recibió el Premio Nacional de Dramaturgia “Emilio Carballido” 2019, convocado por las mencionadas instituciones de educación superior (IES).
Cabe mencionar que el texto autoría de Teresa Díaz da cuenta de las labores de búsqueda de siete mujeres que conforman un grupo de rastreadoras en Sinaloa.
Los comentarios fueron hechos por Karina Meneses, actriz de la Compañía Titular de Teatro de la UV (Orteuv), y Elvira Popova, dramaturga y académica de la UANL; bajo la moderación de Agustín del Moral Tejeda, director de la Editorial UV.
Teresa Díaz, originaria de Sinaloa, dijo que la pregunta de la que partió fue cómo hablar de todas las mujeres pues son tan diversas, hay quienes buscan a sus esposos, hermanos y hermanas, pero la gran mayoría son madres en busca de sus hijos.
“Lo más difícil y mi principal preocupación estaba en que los personajes –si bien no representan a todas– abrazaran un poco a las mujeres con las que conviví en Sinaloa; era importante que los personajes fueran tejidos con mucho respeto, quería que mi trabajo fuera lo más empático posible, porque lo que viven estas mujeres no es un proceso ni un duelo natural.”
Comentó que las mujeres –que son madres, hijas, hermanas, esposas– se convierten en seres atípicos desde el momento que buscan a sus familiares; empiezan a tejer sus relaciones con hilos muy complicados, pueden tener caracteres diferentes y conflictos entre ellas, porque las coincidencias se dan, pero al final se abrazan y sólo entre ellas pueden entenderse un poco.
“Una señora me dijo en una ocasión: ‘entre nosotros nos entendemos, pero sabemos que nadie siente lo mismo que nosotros, aquí somos bien diferentes’. Esto se convirtió en la piedra angular de mi texto, lo que más me conmovía es la relación y apoyo que existe entre ellas.”
Enfatizó que más que hablar del tema de las desapariciones forzadas que suceden en el país, quiso hablar y poner en el centro a estas mujeres que están expuestas, que están en medio de la justicia y los grupos delincuenciales; están vulneradas por todos lados, el Estado no les brinda protección ni apoyo, mientras que la sociedad las ve mal y los delincuentes las persiguen.
“Lo que más me importaba era hablar sobre ellas, sobre la maternidad, la violencia que las obligó a maternar de una forma diferente; si lo ponemos en un contexto, todas esas personas desaparecidas tuvieron padres y es muy raro verlos buscándolas, pero quienes agarran las palas son mujeres.”
En tanto, Karina Meneses dijo que lo más llamativo del texto fue que desde el inicio la autora juega con la mente del lector, al titular el libro Aroma; posteriormente, están los personajes llenos de colores, que nos narran una historia de gris a negro.
Los personajes, expresó, hilan una historia mayor con su razón y motivo de buscar a sus familiares, sobresaliendo la relación que construyen entre ellas.
“Me gusta el lenguaje que manejas porque es sumamente cotidiano, los personajes son muy distintos, cada uno aporta y cada uno busca a un familiar con una relación distinta.
”Estamos a dos años de que el libro fue premiado y lastimosamente seguimos hablando de las desapariciones forzadas, nos sigue asombrando el número de personas que no han sido encontradas.”
Las Antígonas mexicanas
Elvira Popova, integrante del jurado del Premio Nacional de Dramaturgia “Emilio Carballido” y académica de la UANL, mencionó que uno de los hallazgos es la pertinencia de la temática, ya que sigue siendo vigente. “Es un texto para escena, esperemos pronto encuentre su traducción escénica”.
Consideró que el libro puede ser ubicado en el género que Ileana Diéguez ha denominado necroteatro, que plantea las iconografías y teatralidades del dolor.
“Una de las grandes aportaciones en términos escénicos, éticos y morales, es que en este texto –como lo refieren en el libro– el arte colabora con los procesos del duelo.”
Otro aspecto relevante, señaló, es que las mujeres plasmadas en el libro son personajes potentes y vivos en su construcción, son Antígonas mexicanas del siglo XXI que buscan dar sepultura a sus muertos.
“Si Antígona desafió al poder del Estado para sepultar a sus hermanos, las mujeres de este texto no tienen los cuerpos, los buscan –aunque en pedazos– para reconstruir la memoria e identidad de sus muertos.”
Enfatizó que desde el punto de vista escénico es una tragedia contemporánea que se construye a través del diálogo y monólogo de los personajes.
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