Inmunizante se aplicó a personal directivo y amigos, que nada tienen que ver con la atención de pacientes con coronavirus.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., Entre el personal médico y de enfermería del Hospital Regional de Río Blanco, que se encuentra en la primera línea de atención contra la pandemia del COVID-19 hay malestar, debido a que la aplicación de la vacuna contra esta enfermedad se está dando a trabajadores que no están atendiendo a pacientes con coronavirus.
Y es que el pasado 13 de enero llegaron a este centro médico 245 vacunas de las 1,100 requeridas, correspondientes a la primera etapa de vacunación y no fueron inmunizados aquellos que están atendiendo a pacientes con COVID-19, sino que la vacuna se aplicó al director, subdirector y otros médicos, amigos de ellos, que nada tienen que ver con enfermos de este mal.
El enojo se agravó porque el pasado 4 de febrero falleció, en la ciudad de Orizaba, el coordinador de la guardia nocturna del área COVID-19 de dicho nosocomio, quien no fue vacunado en el momento en que llegó el biológico para ello; el enfermó el 25 de enero sin haber recibido su dosis respectiva, a pesar de estar en la primera línea de la batalla contra el Sars COV 2.
Al respecto, el diputado federal suplente Ramón Pino Méndez, dio a conocer que su intervención en estos hechos fue a petición de los trabajadores, ante los oídos sordos que las autoridades de la Secretaría de Salud han hecho de las quejas presentadas sobre este asunto y de la falta de equipo de protección personal.
Además, dio a conocer que la queja recurrente es la falta de insumos médicos, entre ellos medicamentos que se suministran a pacientes con COVID-19, que no se tienen en existencia, así como para niños con cáncer, para la aplicación de sus quimioterapias y ahora, las amenazas de que son objeto por parte de los directivos por denunciar estas carencias y los abusos que éstos últimos cometen.
El legislador federal suplente, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, así como a los titulares de Salud federal y estatal, entre otros funcionarios del ramo, para que investiguen estas anomalías, porque los médicos y enfermeras lo han externado, pero hasta el momento sus quejas no han sido atendidas por ninguna autoridad del ramo en el estado.
La preocupación es notoria entre los médicos y enfermeras de dicho hospital, porque se contempla que para esta semana llegue la segunda remesa de la vacuna y de nueva cuenta queden fuera en la aplicación de la misma, por no ser amigos del director ni del subdirector.
Pino Méndez consideró necesario la práctica de una auditoría administrativa, financiera y de campo a la institución de salud mencionada por las múltiples anomalías que se presentan en dicho hospital, en donde es notoria la ausencia casi permanente de los directivos en sus áreas de trabajo y otros que se están observando, y siguen en activo.
Finalmente, dio a conocer que, al ser portavoz de estas inquietudes, la aplicación de la vacuna también se haga extensiva a las enfermeras, personal de limpieza y lavandería, así como a los encargados de la manipulación de los cuerpos y de funerarias; además de que se dote de medicamentos para enfermos de COVID-19 como sedantes y otros para pacientes graves y niños con cáncer, para la aplicación de sus quimioterapias.
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