Durante 2 años, por enfrentar un proceso jurídico fue suspendida de su centro de trabajo y al salir en libertad, solicitó su reinstalación, el cual no se ha dado.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., Para demandar su reinstalación en su centro laboral, Citlalli Topacio Hernández Ramírez, dirigente de la Alianza Revolucionaria Constitucional (ARCO) y de Proyecto México, realizó un plantón en la esquina que forman las avenidas Rafael Lucio y Juan de la Luz Enríquez, demandando la intervención del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para que se le cubran los salarios caídos durante el periodo de dos años.
Acompañada de su hermana Lorely, quien también fue objeto de estas acciones por parte del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, la activista, quien se catalogó como presa política, pues fue encarcelada el 12 de diciembre de 2016, acusada de motín, incitación a cometer un delito y atentar contra las vías de comunicación y medios de transporte, al manifestarse en las instalaciones de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y posteriormente bloquear la carretera federal.
Denunció el incumplimiento de funcionarios de la SEV, luego de la promesa de reincorporarla a su plaza a partir del 26 de diciembre, lo cual no fue cumplida. “Se dice que es una terquedad mía. No señor, es lo justo. Es lo que solicitamos. A una hermana mía ya le quitaron la plaza; entonces de qué se trata esto, esto ya es una persecución política”, subrayó.
Dio a conocer que la SEV desde el pasado 28 de noviembre le retiró dicha plaza, la cual permanece congelada, por lo que insistió en que le devuelvan “lo que es nuestro, porque esa plaza no me la regaló ningún funcionario. Me la dio mi madre Eva Reina Ramírez. No le regaló el PRI ni el PRD, enfatizó.
Desde esa fecha la dependencia donde laboraba le suspendió el pago de sus salarios y prestaciones y al salir libre y exonerada de los cargos que le imputaron, inicio los trámites para demandar el pago de los salarios caídos, sin éxito alguno, y al reiniciar dicho procedimiento con la nueva administración, ninguna respuesta ha tenido de las nuevas autoridades.
Por tal motivo, decidió hacer pública su inconformidad y demandar la atención del gobierno de Cuitláhuac García, manifestándose y bloqueando un carril de la avenida Enríquez, hasta donde llegó un funcionario de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno, quien casi en vilo llevó a las manifestantes a la banqueta.
Al cuestionarle su proceder y solicitarle los reporteros se identificara, de manera prepotente respondió: soy tu padre y se trasladó a la banqueta de Palacio de Gobierno, donde se mantuvo a la expectativa hasta que los tundeteclas cumplieron su labor. Después se supo que era la pareja sentimental de la manifestante, pues luego de reunirse con funcionarios de la Subsecretaría de Gobierno, salieron de dichas oficinas con la sonrisa a flor de labios, en donde se estima lograron sus propósitos.
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