La docencia requiere preparación intelectual compleja: Manuel Gil Antón
- El profesor del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México consideró que las y los docentes tienen el dominio pedagógico del contenido a enseñar
José Luis Couttolenc Soto
Foto: Omar Portilla Palacios
Manuel Gil Antón, profesor del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, consideró que las y los docentes realizan uno de los trabajos más complejos porque tienen el dominio pedagógico del contenido a enseñar, “pero suponemos que con saber se tiene capacidad para la enseñanza-aprendizaje, y no es así”.
Invitado por la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana (UV), el Doctor en Ciencias con Especialidad en Metodologías y Teoría de la Ciencia fue conferencista en la segunda sesión del Segundo Seminario Internacional “Perspectivas, retos y horizontes de los procesos formativos en la educación superior postpandemia 2022”, en donde habló sobre “El cambio educativo vs. pandemia: matices y direcciones”.
Mencionó que uno de los problemas que enfrenta la docencia, “es que se da por sentado que cualquiera que posee el conocimiento puede enseñar; sin embargo, durante y después de la pandemia nos dimos cuenta que no es así, lo que provoca un problema al no ser algo fácil y sencillo, sin ninguna especificidad, a pesar de su densidad y complejidad. No hay nada más falso que decir que cualquiera puede hacerlo.
”Enseñar es trivial, generar ambientes de aprendizaje es una profesión especializada del más alto nivel intelectual”, sostuvo quien fue profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de 1981 a 2010.
Poseedor de una amplia experiencia en metodologías educativas, dijo que la educación superior mexicana tiene una falla estructural fundamental en sus universidades pues “contratan profesores sin preparación para la docencia, tienen licenciatura, maestría o doctorado y eso hace suponer que tienen la preparación, pero se requiere de una formación intelectual compleja”.
Hizo un llamado a la reflexión y a la innovación, “pero no innovar la docencia, sino reconocer su complejidad, ponerse a estudiar con los que saben; sería interesante que tuviéramos la capacidad, sencillez y respeto hacia nuestros colegas de educación básica, ellos sí estudiaron en instituciones en las que el eje central es la capacitación para la docencia”.
Propuso, como agenda pendiente, la resolución de desigualdad en el acceso a recursos tecnológicos, en donde las plataformas descansan en la capacidad que se tiene para ser autodidacta; disminuir la diferencia de capitales culturales, así como la desigualdad existente entre instituciones.
“No es lo mismo educación remota de emergencia que educación a distancia.”
La pandemia, dijo, puso la mirada en formas desiguales de acceso a la tecnología, pero también mostró que somos personas que cumplimos cabalmente con la definición de educación bancaria.
Para concluir se preguntó ¿cuáles son los proyectos pedagógicos que están diseñando las instituciones para recuperar lo aprendido, y revisar lo que la pandemia desveló?
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