Por tercera ocasión, productores de frijol de Altotonga, venden su producto directamente a los consumidores xalapeños… 

Tránsito del Estado detiene en Banderilla el camión que transportaba el producto, argumentando que no pueden pasar camiones pesados a Xalapa. 

Por Irineo Pérez Melo

Xalapa, Ver., Por tercera ocasión productores de frijol del municipio de Altotonga vendieron de manera directa su producto al consumidor, con los cual se apoya a la economía familiar de los xalapeños y en reciprocidad sacan su cosecha que, por la humedad de la zona se les está echando a perder.

En esta ocasión la contrariedad sufrida por los productores fue que las autoridades de Tránsito y Vialidad del Estado no dejaron circular la unidad en la que transportaban 8 toneladas de grano básico, argumentando que no pueden circular transportes pesados hacia la Iba urbana de la capital, por lo que el camión quedó varado en la población de Banderilla, lo que obligó a los productores a tratar de traerlo al sitio dónde se expendería en camionetas pequeñas.

Desde las 8:00 horas cientos de amas de casa y familias enteras acudieron a la avenida Prolongación Villahermosa, a un costado de la Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen, para allegarse de, al menos, un kilogramo de la oleaginosa, y ante el conocimiento de que no dejaban entrar la unidad mencionada, crecía la incertidumbre al no poder llevar un poco de este alimento a sus hogares.

A decir de Ana Torres, de la comunidad de Magueyitos, dijo que, en esta ocasión, además de los productores de Magueyitos, se sumaron también los de la localidad de Ahuayahualco del municipio de Altotonga, quienes decidimos acudir a esta capital para vender nuestro producto y que no se eche a perder por la humedad imperante en la zona.

Expuso que intermediarios o los denominados “coyotes” acuden a las localidades y quieren pagarnos el kilogramo de frijol en ocho pesos, lo cual no nos reditúa, por lo que optamos por viajar 60 kilómetros y ofrecer el producto directamente al consumidor, un producto que viene en buen estado y de calidad, tiene buen sabor y el cocimiento es rápido”.

Lamentó el estado de abandono en que se encuentra el campo, el cual no ha recibido el apoyo respectivo por parte del gobierno “por lo que se ha optado por salir Y llevar el sustento, no nada más para nosotros, sino para las demás familias de la comunidad”.

“Hay muchos pequeños productores que nos dan tres o cuatro lonas (de 60 kilogramos aproximadamente) y la gran satisfacción que a uno le queda es que al llegar a la comunidad se le entrega integró su dinero y nos dicen: tengo para los útiles o tengo para comer una semana. Nosotros tenemos los medios y el transporte para hacerlo y nos aventamos para hacer este proyecto y ayudar a más familias que están a la espera de que el recurso llegue”, subrayó.

Detalló que en esta ocasión se involucraron doce familias, quienes estamos a marchas forzadas porque el clima no nos lo permite allá, ya que es húmedo, lo cual hace que se eche a perder nuestro producto, pero que gracias a la apertura que nos dio Xalapa, es como estamos sacando nuestra cosecha.

Ante la situación vivida este día, al ser detenida la unidad que transportaba el producto, pidió comprensión a las autoridades correspondientes, “porque no estamos haciendo nada malo, lo único que queremos es ayudar a la gente y que nos dejen trabajar, es lo único que pedimos y con eso nos damos por bien servidos”.

Algunos consumidores, al ser entrevistados calificaron de benéfico la acción emprendida por los productores de frijol de Altotonga, ya que por un lado nos ayudan a nuestra economía familiar a vendernos un producto a bajo costo y de calidad, y nosotros coadyuvamos en su reactivación económica y a evitar que se les eche a perder su cosecha.

“Ellos son gente que ayudan a sus semejantes, al vendernos un producto a bajo precio, ya que aquí en Xalapa se ha llegado a cotizar hasta en 40 y 50 pesos el kilogramo, y este tipo de acciones deben ser apoyadas por las autoridades gubernamentales, eso es lo que debieran hacer”, señaló un comprador que pidió no ser identificado.