• Es coordinadora del Albergue San Juan Apóstol y Evangelista, localizado en Ciudad Juárez, Chihuahua 
• La activista aseguró que en la administración actual las detenciones se han incrementado con respecto a la de Donald Trump 

 Karina Breceda enfatizó que si la sociedad civil tanto de México como de Estados Unidos no hace presión, la crisis migratoria entre ambos países crecerá y traerá consigo más ofensas a la dignidad humana y la victimización de población vulnerable 

 Carlos Hugo Hermida Rosales 

07/07/2021, Xalapa, Ver.- Karina Breceda, coordinadora del Albergue San Juan Apóstol y Evangelista, localizado en Ciudad Juárez, Chihuahua, declaró que la frontera México-Estados Unidos atraviesa actualmente por una fuerte crisis migratoria que afecta en mayor medida a miles de personas provenientes de Centroamérica, quienes buscan ingresar al país del norte en busca de una mejor calidad de vida. 

“Las detenciones de migrantes en la administración actual se han incrementado con respecto a la de Donald Trump, y el trato hacia ellos ha empeorado considerablemente”, afirmó.  

La activista participó el 5 de julio en el conversatorio “Albergue con perspectiva de género en Ciudad Juárez”, en el marco de la International Summer School 2021 organizada por la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) de la Universidad Veracruzana (UV).  

El evento fue moderado por Daniel Arturo Romero León, coordinador de Movilidad Estudiantil y Académica de esta casa de estudios.  

Karina Breceda comentó que el Albergue San Juan Apóstol y Evangelista que pertenece a la parroquia del mismo nombre, se enfoca en dar atención a mujeres migrantes ya que la violencia de género es una problemática muy real que se encuentra presente en la mayoría. 

Muchas no tienen altos grados de escolaridad, incluso algunas son analfabetas, lo que dificulta que accedan a información que les permita conocer cuáles son sus derechos. 

Es por ello que los voluntarios del albergue les explican cómo deben solicitar asilo en Estados Unidos, y en caso de que éste les sea negado les ayudan a integrarse a la cultura mexicana, ya que la mayoría decide seguir su vida en el país antes que regresar a su nación de origen.  

Las personas que buscan ingresar a Estados Unidos provienen principalmente de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. En el caso del primer país, escapan de la pobreza; y quienes proceden de los otros tres lo hacen también de la violencia que impera en sus territorios.

La activista mencionó que en Estados Unidos hay grupos políticos organizados que se dedican a criminalizar a los migrantes que buscan entrar a su territorio, y enfatizó que éstos existen principalmente por la falta de información sobre la situación que enfrentan. 

En contraparte, zonas fronterizas como la que integran Ciudad Juárez y El Paso Texas cuentan con amplias redes de apoyo que se dedican a cuidar dignamente a las poblaciones migrantes, pero enunció que se requiere que dependencias mexicanas y estadounidenses dialoguen ampliamente para canalizar esta ayuda de manera adecuada.  

Si bien el gobierno de Joe Biden ha enviado recursos económicos a diversos países centroamericanos para ayudar a reducir el flujo migratorio, muchas veces éstos no son bien implementados y no llegan a beneficiar a la población que realmente lo necesita.  

Karina Breceda enfatizó que si la sociedad civil tanto de México como de Estados Unidos no hace presión, la crisis migratoria entre ambos países crecerá y traerá consigo más ofensas a la dignidad humana y la victimización de población vulnerable.  

Aseguró que las instituciones de educación superior tienen las herramientas suficientes para ayudar a superar esta crisis, ya que pueden motivar a sus estudiantes para que con datos fidedignos hagan presión en los medios de comunicación y en las dependencias gubernamentales para visibilizar la situación.