• Rubén Baler, científico del Instituto Nacional para el Abuso de Drogas en Estados Unidos, dijo que se debe al aislamiento social y aumento en el consumo de sustancias tóxicas 
• En el marco del X Foro de Investigación-Acción para la Prevención del Consumo de Drogas 

Claudia Peralta Vázquez 

Rubén Baler, científico de la salud en el Instituto Nacional para el Abuso de Drogas en Estados Unidos, resaltó que el impacto negativo de la pandemia por Covid-19 en la salud mental de jóvenes y adolescentes se verá reflejado en máximo tres años, derivado del aislamiento social y el aumento en el consumo de sustancias tóxicas. 

“Todavía está por verse cuál será la consecuencia a largo plazo de ese impacto a nivel psicológico en los niños y adolescentes durante esta etapa tan crítica”, manifestó durante su ponencia “Panorama mundial del consumo de drogas ante el Covid: retos y perspectivas”, que impartió el jueves 28 de octubre en el X Foro de Investigación-Acción para la Prevención del Consumo de Drogas “Celebrando una década del foro y Reviva”, a través de Zoom. 

Aseguró que la trayectoria anormal en la madurez de los jóvenes durante estos casi dos años de contingencia sanitaria, sorprenderá a la sociedad y a los especialistas en la materia. 

Como resultado del aislamiento social, dijo, los hogares que de por sí ya eran disfuncionales ahora lo son más, por lo que deberán implementarse mayores estrategias de prevención y tratamiento para mitigar el impacto de esos fenómenos y factores. 

El experto en ciencias de la adicción dio a conocer que en este periodo se ha registrado un mayor abuso de sustancias legales e ilegales, sobre todo de anfetaminas, metanfetaminas, cocaína y heroína.

También se ha documentado el riesgo de Covid-19 en pacientes con trastornos mentales por el uso de sustancias como: drogas, alcohol y tabaco, pues en caso de contraer el virus pueden tener complicaciones cardiacas, pulmonares o cerebrales. 

A lo anterior hay que sumarle el aumento del estigma, encarcelamiento, hacinamiento, problemas habitacionales y de transporte, falta de acceso al sistema de salud y medicamentos. 

El especialista en neurobiología y neurociencia, así como en prevención y tratamiento de las adicciones, precisó que la adicción es un trastorno mental, producto de fallas en el cerebro asociadas a una discordancia evolutiva, errores de desarrollo y por eventos abrumadores. 

Hoy en día se sabe que el cerebro humano está en un proceso activo de desarrollo de maduración neuronal, particularmente entre los cinco a los 20 años; por tanto, entre la pre-adolescencia y la adolescencia se da el momento pico para la aparición clínica de la mayoría de las enfermedades mentales, entre ellas: trastorno de déficit de atención, ansiedad por uso de drogas, del estado de ánimo y esquizofrenia. 

Es decir, las influencias tóxicas relacionadas con la exposición al uso de drogas, bullying, abuso físico, entorno familiar, pánico, ansiedad, que el adolescente reciba durante esta etapa, abonarán a un impacto más profundo de problemas conductuales.