Braskem-IDESA: deuda multimillonaria de PEMEX con el monstruo petroquímico.
La insuficiencia de gas etano compromete a Petróleos Mexicanos por más de 2 mil 800 millones de pesos.
Histórica corrupción de Odebrecht en diversos países: México sinónimo de impunidad.
José Luis Ortega Vidal
Xalapa, Ver., Dos noticias, los días 15 y 16 de enero; una buena y otra mala; ambas ligadas al mismo objetivo: el crecimiento económico de México durante el 2020 y los años subsecuentes.
Va la mala: “Las empresas globales batallan para convencer a sus matrices de invertir en México”. (1)
La buena: “Yes! Senado de EU aprueba el T-MEC, tras ‘sangre, sudor y lágrimas’ en el proceso”. (2)
Una versión sobre la preocupación del sector empresarial nacional en torno al panorama de inversión privada/reforma energética/crecimiento económico:
“Canacintra considera que CRE merma Reforma Energética”
“La Canacintra consideró que ´fortalecer artificialmente´ a la CFE y a Pemex de alguna manera anula la Reforma Energética”. (3)
Una declaración presidencial sobre el tema energético:
“AMLO cancela rondas petroleras; anuncia plan de inversión público-privado en sector energético
A mediados de febrero, el mandatario dará a conocer el plan de inversión para Pemex y CFE”. (4)
Una historia:
“Pemex debe 2,800 mdp por incumplir con el suministro a Braskem-Idesa
La caída en la producción de gas natural por parte la petrolera nacional la pone en riesgo de incluso tener que adquirir al complejo de Etileno XXI, advierte la ASF.” (5)
El Complejo Petroquímico Braskem-IDESA –ubicado en el municipio de Nanchital, sobre las inmediaciones de Coatzacoalcos, al sur de Veracruz- se empezó a construir en el 2010 y se concluyó en el 2016.
La polémica ha acompañado el desarrollo de esta mega empresa: la primera de su tipo con inversión privada en México.
Primero por sus nexos con la firma Odebrecht, de origen brasileño –nació en 1944- responsable de su construcción y a la cual se acusó de profundos casos de corrupción en América Latina: México, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, Guatemala, Colombia, Panamá, República Dominicana, Venezuela; en África: Angola y Mozambique, así como en Estados Unidos.
La empresa Odebrecht se declaró culpable ante la Corte Federal de Estados Unidos de haber generado redes de corrupción desde la década de los 80s para la obtención de obras públicas multimillonarias a través de “moches” con funcionarios públicos a nivel de Presidentes y Vicepresidentes como el ecuatoriano Jorge Glass quien renunció al cargo y fue condenado a seis años de cárcel.
Otro caso fue el del ex Presidente de Perú, Alan García, quien se disparó en la cabeza el 17 de abril del 2019 antes de ser detenido por la justicia de su país acusado de haber recibido dinero ilegal de Odebrecht.
En Brasil dio inicio la investigación del caso que en México no ha generado detención alguna –hay orden de aprehensión contra Emilio Lozoya, ex director de PEMEX e involucrado en el caso Odebretch- bajo la denominación “Lava Jato” (voz portuguesa que se traduce como autolavado, tren de lavado, túnel de lavado o lavado de chorro).
La investigación de las autoridades brasileñas contra casos de lavado de dinero al más alto nivel dio inicio en el 2014.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado a 8 años y 10 meses de prisión a partir de abril del 2018.
Sin embargo, el 19 de noviembre del 2019 Lula da Silva fue dejado en libertad por orden de la Suprema Corte de Brasil.
El escándalo Odebrecht ha crecido al paso del tiempo involucrando a otros países: Chile, Uruguay y Andorra, en Europa.
También condujo a la cárcel al nieto del fundador de la empresa y CEO: Marcelo Odebrecht quien estuvo preso dos años, hasta el 20 de diciembre del 2017.
Su condena era a 19 años, pero un juez le otorgó el derecho al arresto domiciliario.
BRASKEM-IDESA
Remito a un texto de la agencia EFE publicado por la revista Expansión en alianza con CNN, el 15 de junio del 2018:
´El conglomerado brasileño Odebrecht inició negociaciones para vender el control de Braskem, la mayor petroquímica de América Latina, a la holandesa LyondellBasell, según un comunicado enviado este viernes por la compañía.
«Las negociaciones están en fase preliminar», informó la propia Braskem, que aclaró que Odebrecht le concedió exclusividad a LyondellBasell en todas las conversaciones y que las mismas están protegidas por un acuerdo.
Según Braskem, Odebrecht busca vender la totalidad de su participación en la petroquímica, es decir el 50.11% de las acciones ordinarias (con derecho a voto) y el 22.92 % de las preferenciales, que corresponden al 38.32 % del capital total. ´ (6)
Funcionarios de Braskem siempre negaron -durante el escándalo de Odebrecht- los nexos entre ambas empresas.
Textos del reportero fueron objeto de “aclaraciones” por representantes de la empresa ubicada en Nanchital, Veracruz.
Odebrecht construyó la planta en Nanchital –la más importante del ramo petroquímico en América Latina- pero Braskem es una empresa aparte, se dijo en su momento, cuando el mega Complejo inició sus actividades en el 2016.
Mintieron.
Braskem pertenece a la firma Odebrecht como lo prueba la nota de Expansión y muchos otros textos de la prensa especializada nacional e internacional.
Idesa, por su parte, es una empresa mexicana que posee una cantidad menor de acciones en el Complejo Petroquímico.
El verdadero poder financiero y político de la planta está en Brasil y forma parte de la red de lavado de dinero, corrupción gigantesca que sacudió América Latina, Estados Unidos, una parte de África y un rincón europeo.
Un reportaje del diario El País, de España, ofrece datos duros sobre el soborno de Odebrecht en algunos países:
“Los sobornos de Odebrecht, país a país
Este diario ha accedido a la documentación confidencial que políticos, altos cargos de la Administración, funcionarios, abogados y testaferros de Ecuador, Perú, Panamá, Chile, Uruguay, Colombia, Brasil y Argentina presentaron a la BPA para abrir sus cuentas secretas. Odebrecht transfirió a estos depósitos sobornos millonarios que enmascaró como servicios que nunca prestó”. (7)
En el 2020, al iniciar el segundo año de la llamada Cuarta Transformación, este entramado se vincula a la realidad político/económica del país en un contexto delicado: la duda sobre continuar con la apertura a inversiones privadas del sector energético que en 1938 fue expropiado en el ramo petrolero por el entonces Presidente Lázaro Cárdenas del Río, o volver al manejo oficial casi exclusivo de PEMEX en áreas clave como la exploración y perforación de pozos ahí donde aún existen reservas probadas, como en las aguas someras.
La decisión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador producirá el crecimiento o decrecimiento de la economía mexicana y consolidar o hundir -según sea el caso- el proyecto de la 4T.