Tampoco garantiza que disminuirá la violencia, al contrario, se pone en riesgo la paz social y la tranquilidad de las familias.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., La Iglesia Católica arremetió contra la despenalización de la marihuana, porque con ello “se abre el mercado de las drogas en el país” y promover su consumo “es una falsa salida”, y no garantiza de ningún modo que disminuirá la violencia, al contrario, ahora se pone en riesgo la paz social y la tranquilidad de las familias.
En el comunicado dominical emitido por la oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, esta asociación religiosa manifestó su total rechazo por esta ley federal que legaliza el cultivo, la producción, el consumo, la distribución, la industrialización y la venta de la marihuana.
De manera categórica expresó: “No podemos aplaudir una ley presentada como progresista y de avanzada porque representa un riesgo grave para la salud de las personas y de la sociedad. Se trata de una salida fácil y un salto al vacío. El consumo de la marihuana por motivos lúdicos es el consumo de una droga que genera daños irreparables, crea adicción y afecta la salud de las personas”, advirtió.
Y es que el pasado 19 de noviembre el Senado de la República aprobó por mayoría de votos la despenalización de la marihuana, en donde también se incluye, la creación del Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis, como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud.
Además, las personas mayores de 18 años podrán cargar hasta 28 gramos de marihuana, así como cultivar entre seis y ocho plantas en una vivienda.
En el documento, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, se destaca que este tipo de leyes no resuelven los problemas de fondo del país. “La legalización de la marihuana no garantiza de ningún modo que disminuirá la violencia, al contrario, ahora se pone en riesgo la paz social y la tranquilidad de las familias.
Se sostiene que las causas de la violencia son multifactoriales no se debe sólo a la prohibición de la marihuana. Esta legalización atenta además contra la ética pública pues supone la degradación de valores, se permite lo que daña la salud de la población y va contra el bien común y la justicia.
“Aprobar una ley para que la gente se drogue y altere su conciencia, se vuelva adicta, pierda la brújula, la paz, la salud y el sentido de su existencia, no contribuye en nada a mejorar la sociedad; con este permisivismo lo único que se promueve es el deterioro físico, mental y espiritual de las personas y de la sociedad”, se insiste.
Destaca que promover la marihuana es promover una falsa salida. La gente se droga para evadir su realidad porque vive un gran vacío existencial. La solución a esta situación no está en lanzar a la gente a una evasión que le dejará graves consecuencias, sino en ayudarle a encontrar sentido a su existencia.
La legalización de la marihuana, se indica, da permiso inmoral para usar una substancia dañina para la salud, provocando enfermedades adicionales en la población, no resolviendo el problema de la violencia ni del narcotráfico, creando más adictos y promoviendo accidentes. La legalización de la marihuana puede ocasionar daños irreparables para los que no se prevén remedios.
“Lamentamos la aprobación de esta ley porque envenena a la sociedad, pone en riesgo a las familias y contribuye a la degradación de la persona y de la sociedad”, se indica, por último.