Urgió a autoridades a invertir recursos en el cuidado y atención a pacientes; pobres los más afectado, refiere.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., La crisis sanitaria actual, “ha sacado a la luz numerosas insuficiencias de los sistemas sanitarios y carencias en la atención de las personas enfermas. Los ancianos, los más débiles y vulnerables no siempre tienen garantizado el acceso a los tratamientos, y no siempre es de manera equitativa”.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, al referirse al mensaje publicado por el Papa Francisco el pasado 20 de diciembre del 2020, para la Jornada Mundial del Enfermo que tendrá lugar el próximo 11 de febrero del año en curso.
En el documento, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, titular de dicha oficina observa con gran preocupación que son los más pobres los que están siendo los más afectados. Se debe pasar del discurso a la acción, se añade.
Además, se refiere a que es una necesidad urgente que las autoridades inviertan recursos en el cuidado y la atención a las personas enfermas, esta prioridad está vinculada a un principio básico: “la salud es un bien común primario”, señala el Papa Francisco, acota.
Dada la circunstancia que estamos viviendo de una crisis sanitaria sin precedentes que nos está golpeando terriblemente, queremos tener presente a todos los enfermos, así como a todos aquellos que los que cuidan, sea en los hospitales como en cada uno de los hogares.
Esta crisis sanitaria, se señala, ha puesto también de relieve la entrega y la generosidad de agentes sanitarios, voluntarios, trabajadores y trabajadoras, sacerdotes, religiosos y religiosas que, con profesionalidad, abnegación, sentido de responsabilidad y amor al prójimo han ayudado, cuidado, consolado y servido a tantos enfermos y a sus familiares. Muchos de ellos incluso exponiendo su propia existencia.
“Estar cerca de los enfermos es un bálsamo muy valioso, que brinda apoyo y consuelo a quien sufre en la enfermedad. Esto es una expresión de amor que se funda y se alimenta en lo que Dios hace continuamente con la humanidad herida por el pecado”.
“Se trata de una expresión genuina de servicio a los demás “El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano” apunta el Papa Francisco. Por eso “nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a personas”, infiere.
En el caso de las terapias a los enfermos, agrega el Papa, es decisivo el aspecto relacional, mediante el que se puede adoptar un enfoque holístico hacia la persona enferma. Dar valor a este aspecto también ayuda a los médicos, los enfermeros, los profesionales y los voluntarios a hacerse cargo de aquellos que sufren para acompañarles en un camino de curación, gracias a una relación interpersonal de confianza (cf. Nueva Carta de los agentes sanitarios, 2016, 4.).
Se trata, enfatiza el Papa Francisco, “de establecer un pacto entre los necesitados de cuidados y quienes los cuidan; un pacto basado en la confianza y el respeto mutuos, en la sinceridad, en la disponibilidad, para superar toda barrera defensiva, poner en el centro la dignidad del enfermo, tutelar la profesionalidad de los agentes sanitarios y mantener una buena relación con las familias de los pacientes”.