Sin temor a contagiarse de COVID-19, realizan sus actividades a pesar de la restricción decretada a partir de hoy y hasta el 31 de Julio.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., A pesar de la disposición gubernamental de reducir la movilidad de la población de esta capital, restringiendo los accesos al primer cuadro de la capital, lo cierto que esta medida los xalapeños se la pasaron por el arco del triunfo” y en total desacato a la misma, realizaron sus actividades sin temor alguno a sufrir los estragos de la pandemia del COVID-19.
Y es que el martes pasado, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez decretó restringir los accesos al primer cuadro de 38 ciudades de la entidad, a partir de este día y hasta el 31 de Julio, como una medida para evitar la proliferación del coronavirus, que en la última semana se ha incrementado la incidencia de contagios y, por ende, el número de muertos, superando los 2 mil decesos.
Sin embargo, esta situación parece no importarles a los ciudadanos, que hartos del confinamiento en que han sido sometidos desde el pasado 23 de marzo, para evitar la propagación del COVID-19, pero que, al darse cuenta de la falta de una estrategia adecuada para su combate, lo que ha repercutido en que la enfermedad haya hecho peso a muchos veracruzanos.
Además, al no contar en su gran mayoría con un apoyo económico para soportar el confinamiento, han tenido que salir a la calle a buscar el sustento diario par sus familiares, así como para cubrir los gastos inherentes de los servicios públicos, pues de no hacerlo se «los cortarían”, con las consecuencias económicas que ello implicaría.
Por un lado, escuchamos al presidente Andrés Manuel López Obrador decir: “salgan a la calle, realicen su vida normal» y, por otro lado, nos ordenan que nos quedemos en casa, entonces a quien creerle, refiere una persona que dijo llamarse Ramón.
Lo cierto es que la medida aplicada por el gobierno estatal poca respuesta tuvo entre los xalapeños, aunque con cierto temor, ahora en su gran mayoría salen a la vía pública con cubrebocas y, en algunos casos, guardando la sana distancia. En el primer cuadro capitalino la afluencia de personas fue notoria.
Y no se diga de los usuarios del transporte público, en donde es notorio que muchos de los operadores, se comportan con un valemadrismo que da mucho que desear, pues los protocolos que el gobierno ha establecido no les interesa, porque a pesar de que existe la disposición de coadyuvar con las autoridades y les permiten abordar las unidades sin el cubrebocas correspondiente.
Lo grave de todo esto es que los agentes de Tránsito y Vialidad y de Transporte, no les llaman la atención por este hecho, echando por la borda los lineamientos establecidos por el gobierno estatal.
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