“Democratizar la universidad implica descentralizar el poder”: Wietse de Vries
- El investigador de la BUAP lamentó que en los últimos 30 años la democratización se haya reducido
- “Hoy en día los rectores mexicanos son como los presidentes de antaño, donde una sola persona manda”
Claudia Peralta Vázquez
18/10/18, Xalapa, Ver.- En el marco del Coloquio “Gobernanza y participación universitaria”, Wietse de Vries Meijer, académico e investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), opinó que tras los intentos por democratizar la universidad a partir de la reforma de Córdoba, en Argentina, y el movimiento del 68, en nuestro país, finalmente son los gobiernos universitarios los que llaman a la mayor participación y democracia.
El miércoles 17 de octubre, en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura, el investigador y analista de políticas educativas y reformas en la educación superior lamentó que después de todas estas iniciativas, en los últimos 30 años esta acción se haya reducido.
“Es extraño, porque todos los estados modernos siempre han hecho todo lo posible para que nadie participe.”
En el caso de las universidades, dijo, el asunto es complicado en varias de ellas, pues las rectorías han obtenido más poder que los consejos universitarios (CU), los cuales casi no inciden en política cotidiana.
Durante este evento organizado por la Junta de Gobierno (JG) para celebrar un siglo de la reforma de Córdoba, Argentina, y la conmemoración de los 50 años del 2 de octubre de 1968, el autor de varias publicaciones y de nacionalidad holandesa, dijo que a pesar de que una élite de académicos y estudiantes podrían intervenir en estos procesos, muchos optan por lo contrario.
Planteó que si en realidad se desea democratizar a la universidad pública, habría de pensarse en nuevas reformas donde los académicos obtengan más poder de decisión y estén más involucrados en las iniciativas y transformaciones, “ahí podríamos tener una voz muy importante”.
Sobre este mismo tema, aseveró que siempre se ha manejado que alumnos y académicos deben hacer eco en decisiones relacionadas con el contenido académico y planes de estudio, reglamento de estímulos o la aprobación de nuevos programas educativos.
“Creo que si queremos una verdadera democratización, ambos sectores tendrían que incidir en otras decisiones como: el ejercicio presupuestal, salarios, prestaciones, servicios médicos y eventos culturales.”
En el mismo orden de ideas, expuso que el problema de las universidades también radica en toda la serie de políticas establecidas desde el gobierno federal, “nos llegan como reglas de juego y deben cumplirse”.
Ejemplo de lo anterior son las evaluaciones del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), donde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) implementa reglas; así como del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep).
“Nadie discute si esa política es buena o mala, si tiene los valores esperados o si el sistema está mejorando.”
En este sentido, la democratización implica además poner a debate la evaluación de docentes, la atención que debemos brindar a los estudiantes y los problemas de deserción.
“Ésos son temas que los CU deberían discutir y tomar decisiones al respecto.”
Asimismo, tendría que descentralizarse el poder en las universidades porque hoy en día los rectores mexicanos son como los presidentes de antaño, donde una sola persona manda, nombra a sus subalternos y maneja la política, puntualizó Wietse de Vries Meijer, con 25 años de antigüedad laboral en la BUAP.
Actualmente se desempeña en el Centro de Desarrollo Estratégico del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico.
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