División ideológica y social facilitó la invasión norteamericana a México
- Los mexicanos que se quedaron del otro lado de la frontera conservaron sus usos y costumbres pese a la fuerte influencia cultural anglosajona
- Paola Cortés Pérez
Ignacio Sánchez Juárez Arrieta, profesor del Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN) de la Universidad Veracruzana (UV), dijo que la división ideológica y social existente durante el siglo XIX en el país facilitó la invasión norteamericana.
El académico dictó la conferencia “Batalla de Chapultepec: un episodio relevante de la guerra México-Estados Unidos”, la tarde del lunes 13 de septiembre a través de la plataforma digital Zoom, como parte de las actividades del PEAN que imparte la Escuela para Estudiantes Extranjeros (EEE),
Explicó que la guerra entre México y Estados Unidos se suscitó por el anhelo de expansionismo por parte de los norteamericanos y fue una disputa territorial.
“Estados Unidos fijaba y reconocía su frontera con México hasta el río Bravo, que es donde actualmente se ubica; mientras que México la ubicaba a donde llega el río Nueces (ubicado al norte de Texas).”
El General Winfield Scott comandó una parte del ejército norteamericano a través de la ruta de Cortés (el camino usado por Hernán Cortés) para llegar a la Ciudad de México. Primero desembarcaron en el puerto de Veracruz en marzo de 1847; bombardearon y castigaron dramáticamente a la ciudad y sus habitantes. Tras la batalla de Cerro Gordo continuaron su marcha hacia la Ciudad de México.
Después de diversas batallas en las que el ejército norteamericano no encontró resistencia, el 13 de septiembre de 1847 llegó al Castillo de Chapultepec –que era la sede del Colegio Militar– y después de dos días de bombardeos los norteamericanos asaltaron el lugar.
“Han surgido diversas historias sobre el asalto a este sitio que fue un importante baluarte en la defensa del territorio mexicano.”
Dijo que los niños héroes sí existieron, aunque hay una infinidad de historias a su alrededor: se ha dicho que eran jóvenes insubordinados y que, como estaban castigados, algunos no pudieron salir del lugar.
“La mayoría de los relatos coinciden en que al momento que atacan el Castillo de Chapultepec alrededor de 800 hombres se encontraban ahí, entre ellos estaba el veterano de la Independencia, Nicolás Bravo.”
Estos jóvenes cadetes hicieron la defensa del sitio, el más joven de ellos, Francisco Márquez, tenía 13 años y era originario de Guadalajara. Vicente Suárez, oriundo de Puebla, fue herido en la pierna y durante la amputación de ésta falleció; uno más fue baleado por los fusileros norteamericanos mientras se arrojaba por una ventana.
Por último, mencionó que la división ideológica y social existente durante el siglo XIX en el país facilitó la invasión norteamericana. También, indicó, dio la pauta para las reformas liberales que establecieron las bases para la relación México-Estados Unidos.
A 174 años de este hecho bélico, “después de la pérdida de más de dos millones de kilómetros cuadrados de territorio, la población mexicana que quedó del otro lado aún pervive los usos y costumbres mexicanas pese a la fuerte influencia cultural”.
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