No es tiempo de apatía, indiferencia o abstencionismo; es
tiempo de participación y compromiso: Iglesia Católica
No es tiempo de apatía, indiferencia o abstencionismo; es
tiempo de participación y compromiso: Iglesia Católica
• Urgió a ciudadanos, en particular a los jóvenes a estar informados e involucrados para tomar decisiones.
• Que las elecciones brinden posibilidades de una vida más digna, libre de violencia de injusticia y pobreza.
No es tiempo de apatía, indiferencia o abstencionismo; es tiempo de participación y compromiso. Es urgente que todos los ciudadanos, especialmente a los jóvenes estemos informados e involucrados para tomar las propias decisiones y las elecciones nos brinden las posibilidades de una vida más digna, libre de violencia, de injusticia y pobreza.
Esto lo planteó la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado dominical, emitido por la oficina de Comunicación Social, quien destaca que el bien común, la paz social y la auténtica promoción humana son condiciones necesarias para construir una sociedad más humana y solidaria.
En el documento, signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, vocero de esta asociación religiosa, consideró conveniente vivir la verdadera fe en Cristo, inspirados por el Espíritu Santo para conocer a profundidad y tratar de transformar las circunstancias sociales, políticas y económicas que son el ambiente en que uno vive.
“El mayor de los beneficios que pueden hacerse a un pueblo es enseñarle a la vez los deberes de un buen cristiano y de un buen ciudadano. La gracia de Dios nos conceda vivir una fe comprometida con todos y con todo lo que nos rodea hasta que México sea lugar de paz social y justicia auténtica para todos”, se añade el comunicado.
Se recalca que la fe en Cristo resucitado implica el autoconocimiento y el descubrimiento de los demás que comparten el mismo destino común.
“La fuerza y la riqueza del Espíritu Santo son necesarios no solo para reconocer a los demás, sino también conocer y transformar todo lo que impide a la persona lograr la paz, la justicia, el bien común y una vida digna para todos.
“El Espíritu Santo nos da la luz interior para estar al pendiente de todo lo que sucede a nuestro alrededor y no ser extraños ni espectadores de los acontecimientos culturales, sociales, religiosos y políticos de nuestra sociedad”.
“La fuerza y presencia del Espíritu Santo nos ayudan al autoconocimiento y al reconocimiento de los demás, para ser capaces de proponer soluciones viables y duraderas a las problemáticas que nos aquejan en México y en Veracruz”, se indica por último.
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